¿Qué es lo que más te gusta del AstroTurismo?
Creo que el Astroturismo es una de las pocas actividades turísticas que te lleva más allá de sólo una experiencia o un paseo nocturno; observar las estrellas y comprender un poquito más el lugar donde estamos inmersos, acercarnos a algunas nociones de la inmensidad y el misterio de todo lo que nos rodea lleva a hacernos pensar y a salirnos aunque sea por un rato del papel que jugamos en nuestras sociedades humanas y ver lo pequeño en realidad que somos, unos microbios jugando y viviendo sus vidas en un punto infinitesimal del universo, comprender algo de cómo funciona la mecánica cósmica y sus características es tremendamente enriquecedor para las personas, creo que la Astronomía y el Astroturismo entrega un poco de «humildad» de sentir que en realidad formamos una pequeña parte en todo este misterio, que el tiempo es relativo y que nuestras vidas comparado a la edad cósmica duran una milésima de segundo y eso te lleva a pensar y ser agradecido de que en este tiempo tan limitado podamos por lo menos observar la maravilla de todo lo que nos rodea.
¿Qué lugares de Chile recomiendas?
Naturalmente para el Astroturismo los cielos de Atacama y gran parte del Norte grande de Chile son los óptimos, pero mi recomendación será desde donde tengo más experiencia que es el sur de Chile donde vivo ahora, específicamente en Pucón. A pesar de la humedad del aire y de las condiciones meteorológicas adversas en gran parte del año por la nubosidad y las intensas lluvias, pero cuando está despejado se pueden ver unos cielos maravillosos y nítidos, la humedad conspira para hacer quizás astrofotografía del espacio profundo para trabajar por horas o días, pero sí es espectacular a la hora de hacer «Astrofotografía de Paisaje» ya que hay tantos elementos para combinar con el cosmos, como volcanes, bosques, araucarias, montañas, ríos, lagos, cascadas etc… Y estar en lugares prístinos, fotografiando por la noche con el sonido de la fauna nocturna como anfibios, aves o sonidos del bosque entrega una experiencia majestuosa.
¿Cuál es tu lente favorito?
Con el lente que generalmente trabajo es un Tokina AT-X Pro 16-28mm f2.8
Me parece un lente muy versátil, fácil de usar, luminoso y con baja aberración cromática. Quizás entre sus desventajas es que no trae parasol incorporado (tiene una protección mínima) entonces en noches frías y con mucho rocío y humedad el lente se empaña fácilmente con lo cual hay que recurrir a mecanismos de protección como paños y ventilador constante hacia el lente y lo mismo con las luces parásitas que pueden venir desde algún costado.
¿Cuáles son tus 3 AstroFotografías que más te gustan hechas en Chile y por qué?
La primera el volcán Rukapillan (Villarrica) que tomé en el año 2015 al mes y medio después de hacer la gran erupción de ese año y aún tenía bastante actividad volcánica, me gusta porque se ve todo «vivo» uno tiende a llamar viviente a los organismos como nosotros que comemos y respiramos pero para mi el cosmos es viviente también y los elementos que lo conforman, es una fotografía poderosa y en movimiento porque muestra el poder de la tierra en que vivimos, su fuego interno y los cambios que en ella ocurren y también capté la circumpolar que muestra el eterno giro de los elementos y la inmensidad del cosmos, y todo esto ocurre sin que nosotros los seres humanos tengamos ninguna influencia en ello
La segunda fotografía me gusta porque capta un Chemamüll un totem de madera que es muy importante para la cultura Mapuche, ellos son muy respetuosos con la naturaleza y están muy ligados a ella y al mismo tiempo tienen una gran y hermosa Cosmología y Astronomía entregada durante siglos de cultura oral sobre su «Wenumapu» o mundo de arriba.
La tercera imagen es la Luna y las Araucarias la tomé sin preparación alguna y fue suerte. Fui a fotografiar durante el día al Parque Nacional Conguillío en la región de la Araucanía y me quedé hasta tarde para fotografiar desde lo alto de la Sierra Nevada el atardecer y los maravillosos colores del crepúsculo cuando el sol ya bajó del horizonte, de este modo bajé caminando a duras penas y en completa oscuridad los 6 kilómetros por el bosque, hasta llegar a mi auto e hice el trayecto de algunos kilómetros para salir del Parque y en la zona de escorial volcánico en que el camino se torna como un desierto, pude observar la luna saliendo en las altas montaña rocosas del parque que son coronadas por los últimos y únicos árboles en altura que soportan las inclemencias del tiempo en aquel lugar. Así que me bajé del auto y tomé esta fotografía con un lente que generalmente uso para fauna, un Canon 100-400 mm. Había niebla que envolvía por ratos a la luna y pasaba muy rápidamente detrás de las siluetas de las Araucarias y daba esa coloración media azulada, sin duda un regalo y una visión que me entregó la naturaleza.