MARIO HAMUY WACKENHUT

Instagram

¿Qué opinas del AstroTurismo en Chile?
El astroturismo ha mostrado un desarrollo muy significativo en los últimos años; prueba de ello son los numerosos observatorios municipales y privados dedicados a esta actividad que se han establecido en muchos rincones de Chile. Esto, porque fomenta el asombro y la curiosidad del ser humano con la naturaleza, aprovechando los particulares cielos de nuestro país. Además, junto a los observatorios internacionales dedicados a la investigación, el astroturismo ha ido esculpiendo una identidad país muy particular. Lo puedo ver cada vez que doy una charla, en donde queda de manifiesto el gran nivel de conocimientos que las personas manejan, tales como energía oscura, materia oscura, agujeros negros, exoplanetas, expansión del universo, supernovas, entre muchas otros. Creo que el astroturismo tiene un gran potencial de desarrollo en Chile, especialmente si se introduce la variante remota en los tiempos de la pandemia. Pero si queremos soñar con nuevos desarrollos astro-culturales vamos a tener que tomarnos cada vez más en serio el problema de la contaminación lumínica.

¿Cuál es el fenómeno más interesante que te ha tocado observar en Chile?
Sin duda, la explosión de la supernova 1987A, la cual se pudo ver a ojo desnudo en la Nube Grande de Magallanes por más de tres meses. Ese objeto definió, a mis 26 años, el resto de mi carrera profesional.

¿Qué lugar encuentras interesante para la Arqueoastronomía en Chile?
El norte de Chile y la Isla de Pascua ofrecen condiciones muy ventajosas para esta actividad.

¿Qué lugar recomiendas a los aficionados para ir a observar los cielos nocturnos de Chile?
Los cielos del sur de Chile, cuando están despejados y sin Luna, son increíbles. El cielo es muy oscuro y la enorme cantidad de estrellas te desconciertan. Por supuesto, el norte de Chile asegura mucho más noches despejadas al año.

¿Cuál libro recomiendas a alguien que quiere empezar a acercarse al mundo de la Astronomía?
El libro “Bruno y el Big Bang” de Carolina Undurraga y Rodrigo Contreras, es excelente para niños. Por otro lado, “Astronomía Ilustrada” de Juan Carlos Beamin es un muy buen punto de partida para adultos, está en línea y es gratuito. Y aunque la recomendación viene muy de cerca, recomiendo mi libro “El Universo en Expansión”, que ha tenido muy buenas referencias y se acaba de publicar en España. Es para lectores desde enseñanza media hasta adultos mayores. Y si quieren conocer en profundidad el fenómeno del eclipse solar, como el que tendremos en el sur de Chile el 14 de diciembre de 2020, les recomiendo “El Sol Negro”. Ambos libros de mi autoría los pueden encontrar en librerías o en Amazon.

¿Qué tipo de telescopio recomendarías a alguien que quiere empezar a acercarse al mundo de la Observación Astronómica?
Para responder esta pregunta le consulté al gran astrofotógrafo antofagastino, Alexis Jaldín. Este es un resumen de lo que me dijo: “La observación amateur del cielo no es distinta al proceso de aprender a caminar, es decir, primero gateas, luego te paras y das los primeros pasos, luego caminas para terminar corriendo. Por lo tanto, de lo fácil a lo difícil. Mi recomendación es primero darse un tiempo para conocer el cielo a ojo desnudo usando cartas estelares gratuitas disponibles en línea. Luego, un buen prismático sobre un trípode de cámara fotográfica será ideal para iniciarse en la observación, ojalá 15×70 o 20×70. Recién dados esos pasos -tras un año tal vez- se puede dar el salto a comprar un telescopio. Lo ideal es que la montura sea ecuatorial para seguir a los objetos y evitar que se salgan del campo debido a la rotación de la Tierra. En cuanto al tubo óptico, recomiendo un telescopio newtoniano, con un largo mínimo de 650mm con apertura de f5. La verdad es que la decisión está fuertemente determinada por el presupuesto que se desea invertir. Hay que decir que los sistemas ópticos de calidad tanto para astronomía y en fotografía son caros.
Si se quiere un buen telescopio solo para observación, el modelo recomendado es un telescopio Dobsoniano”.

Menú