RODRIGO CISTERNA

¿Qué es lo que más te gusta del AstroTurismo?
Lo que más me gusta del astroturismo es la sensación de conexión profunda con el universo. Observar la luna y las estrellas en silencio, lejos de las luces de la ciudad, te hace sentir parte de algo mucho más grande. Hay momentos en que uno se queda simplemente contemplando el cielo nocturno y siente una calma difícil de explicar, como si el tiempo se detuviera. Me fascina esa mezcla de asombro, belleza y paz que entrega mirar el firmamento, donde cada estrella parece contar una historia distinta. Es una experiencia que te reconecta contigo mismo y con la naturaleza de una forma muy especial.

¿Qué lugares de Chile recomiendas?
Sin duda, el norte de Chile es uno de los mejores lugares del planeta para la observación astronómica. Los cielos del desierto de Atacama son únicos por su claridad y baja contaminación lumínica. Recomiendo especialmente lugares como San Pedro de Atacama, el Valle del Elqui, el Observatorio Mamalluca o incluso los alrededores de Vicuña y Pisco Elqui, donde el cielo parece un manto lleno de diamantes. También hay sitios menos conocidos, pero igual de impresionantes, como Pan de Azúcar o Alto del Carmen, ideales para disfrutar del astroturismo de manera más íntima y natural. Chile tiene el privilegio de ofrecer algunos de los cielos más limpios del mundo, y eso es algo que debemos valorar y cuidar.

¿Cuál es tu lente favorito?
Las fotografías y videos que realizo los capturo utilizando un telescopio de 130mm, al cual adapto un smartphone. En cuanto a oculares, los que más disfruto usar son el de 20mm y el de 10mm, dependiendo del nivel de detalle que busco en cada sesión. El de 20mm me permite tener un campo más amplio y apreciar mejor los paisajes celestes, mientras que el de 10mm ofrece una vista más cercana y detallada, ideal para observar cráteres lunares o planetas.
Mi idea a futuro es incorporar un adaptador para cámara réflex, lo que me permitirá alcanzar una calidad fotográfica aún mayor, capturando texturas y matices más precisos del cielo nocturno. Es un proceso que me entusiasma mucho, porque cada paso técnico amplía las posibilidades creativas y científicas de esta afición que me apasiona.

¿Cuáles son tus 3 AstroFotografías que más te gustan hechas en Chile y por qué?
Soy un principiante en el mundo de la astrofotografía, y precisamente por eso cada fotografía representa un aprendizaje, un desafío y una emoción distinta. En estos meses explorando el cielo, las imágenes que más me han marcado están relacionadas con las distintas fases de la luna, ese cuerpo celeste que nunca deja de sorprender por su belleza y complejidad.

Luna gibosa creciente
Esta es una de mis primeras fotografías en alta definición y, sin duda, una de mis favoritas. El proceso consistió en grabar la luna en resolución 4K para luego extraer los mejores fotogramas y procesarlos en el computador, logrando así una imagen con gran nivel de detalle en los cráteres y relieves. Me gusta especialmente porque fue la primera vez que observé esta fase lunar directamente a través del telescopio, y sentí esa mezcla de asombro y orgullo al ver que el trabajo técnico realmente daba frutos. Es una imagen que me recuerda el inicio de este viaje por el astroturismo y la fotografía del cielo.

Fase creciente con objeto cercano (posible satélite)
Esta fotografía fue un hallazgo inesperado. Mientras observaba la luna en fase creciente durante la tarde, aún con luz de día, noté un pequeño objeto cruzando muy cerca de ella. Logré grabar el momento y posteriormente capturar una imagen del paso de lo que, probablemente, fue un satélite. Fue mi primer registro de un evento de este tipo, algo que no se planifica, pero que se convierte en un recuerdo único. Más allá del aspecto visual, me encanta porque simboliza la sorpresa y la curiosidad que despierta mirar al cielo: nunca sabes qué vas a encontrar.

Luna tipo mineral en HDR
Esta imagen representa un salto técnico importante en mi proceso de aprendizaje. La llamada “luna mineral” se obtiene mediante un trabajo de composición HDR (High Dynamic Range), combinando varias tomas con diferentes exposiciones para resaltar los colores naturales y minerales presentes en su superficie. Es un proceso complejo y paciente, pero el resultado final es impresionante: una luna llena de tonos sutiles y contrastes que revelan su riqueza geológica. Me gusta porque es visualmente potente, pero también porque demuestra lo que se puede lograr con práctica, dedicación y pasión por el detalle.

Cada una de estas fotografías tiene una historia detrás  una noche de observación, una sorpresa, o un experimento técnico y juntas representan mi camino como aficionado que va descubriendo la belleza del universo desde Chile, un país privilegiado por sus cielos claros y mágicos.